El reciente informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre la intervención de Estados Unidos en Afganistán reveló que entre enero y septiembre de 2017 que 466 civiles fallecieron o resultaron heridos producto de los bombardeos estadounidenses. De acuerdo al documento la cifra de víctimas civiles de las que dos tercios han sido mujeres y niños representa un incremento del 52 por ciento en relación al mismo período de 2016.
Desde el inicio de la guerra han muerto 31.419 civiles y cientos de miles han resultado heridos. Con más de 16 años en actividad, la guerra de Afganistán es la más larga en la historia de Estados Unidos.
Como parte de la nueva estrategia Trump multiplicó los gastos militares para descongestionar la enorme cantidad de armas que tienen en su arsenal sin utilizar, lo que representa una parte esencial de la economía norteamericana. Ese aspecto justificaría la mayor parte de las campañas de Estados Unidos en el Medio Oriente.
Analistas han señalado que la nueva ofensiva de Trump no solo busca poner fin a la amenaza talibán sino que busca la apropiación de los recursos minerales y naturales además de mantener una presencia en la zona para mantener un cerco militar a Rusia y China.
Fuente: Telesur





