Cuando se habla o escribe de la revolución rusa, por lo general la referencia apunta hacia el movimiento obrero o campesino, a los soviets o los comités militares, sin embargo se excluye a un actor fundamental, y que fue pieza clave en el desarrollo y posterior triunfo de la Revolución bolchevique, los jóvenes estudiantes.
El movimiento estudiantil fue el precursor de la lucha revolucionaria que sacudió los cimientos del imperio zarista a finales del siglo XIX. Podría decirse, incluso, que con sus luchas se inició la revolución rusa, armando el torrente de 1905. No es exageración, pues fueron las asambleas estudiantiles uno de los lugares que dieron origen al soviet. Una parte importante de los cuadros y organizadores del partido bolchevique lo constituyeron estudiantes que una vez abrazada la militancia revolucionaria, se dedicaron de lleno a la tarea de organizar círculos y núcleos de obreros en distintas ciudades, viviendo la represión, la prisión y el destierro.
En sus inicios, la oposición al zarismo estuvo en la universidad, y en cierta forma debía ser así pues allí confluían profesores, estudiantes y expulsados politizados bolcheviques, mencheviques, anarquistas, feministas, social-revolucionarios y liberales radicales.
Las universidades, que estaban completamente cerradas para la clase trabajadora y en donde estudiaban los hijos de los funcionarios, de la pequeña burguesía y la misma burguesía, se transformaron en centros de agitación política, se realizaron asambleas con amplia participación de la clase trabajadora, ante lo cual las autoridades universitarias cerraron las instituciones. La juventud estudiantil respondió lanzándose a la calle codo a codo con la clase obrera y constituyendo de esta manera un potente apoyo para el triunfó del socialismo sobre el despotismo zarista.
Los bolcheviques tenían claro que una de las tareas fundamentales posteriores a la revolución, era la educación para la gran mayoría de jóvenes en el imperio ruso, tal es así que desde ell mismo momento en que triunfa el partido de Lenin se crea el Narkompros (Comisariato Popular de la Educación) ente encargado de la educación pública el cual nacionalizó todas las instituciones educativas, decretando la separación Iglesia-Estado y la unificación del sistema escolar. Se propuso terminar con el analfabetismo, cambió el sistema curricular, apostando a las ciencias biológicas, químicas y astronómicas.
