8M-Mujeres trabajadoras unidas en Ecuador y el mundo.

Este 8 de marzo las mujeres trabajadoras conmemoramos un año más de los cientos de lucha por nuestros derechos. Hoy, nuestra lucha en contra de la explotación ya no está solo en las fábricas y no mide fronteras; la pandemia ha puesto en crisis no solo los sistemas de salud mundial, sino la economía y la gestión de los recursos, agudizando cada vez más las diferencia entre clases, producto de ello, millones de personas han perdido su empleo, la gran mayoría mujeres, a quienes además el confinamiento nos ha sobrecargado en los trabajos de cuidado y expuesto exponencialmente a la violencia.

La agudización de la pobreza ha ocasionado la migración forzosa de miles de mujeres, destinadas para sostener las cadenas globales de cuidado, por servicios desatendidos por los Estados.  Las mujeres de los países pobres, racializadas, de escasos recursos, han tenido que migrar a otros países a laborar en tareas de cuidados y trabajos precarios.

Hoy asistimos al detrimento extremo de las condiciones básicas del trabajo en general y más aún para las mujeres, en donde gobiernos como el nuestro, representante de las oligarquías, han implantado políticas neoliberales aperturistas, y de flexibilización laboral, para so pretexto de recuperar los empleos, abrir la puerta a trabajos precarizados, sin el reconocimiento de los mínimos derechos, con contratos por obra, destajo y al acomodo del empleador, y con facilidades para ejecutar despidos intempestivos.

En el Ecuador, medio millón de personas se encuentran en el desempleo y el subempleo bordea el 22%, la gran mayoría son mujeres; y ahora, resuenan las voces privatizadoras sobre temas como la seguridad social, que a pretexto de la “libertad de elección” plantean el ingreso de la seguridad privada como opción, y el representante de gobierno en el IESS ya ha anunciado las posibles reformas, entre las que se encuentra el incremento de años de aportación, un atentado contra los derechos ganados gracias a luchas de años; y así en lugar de avanzar en derechos y plantearnos la seguridad social universal, vivimos resistiendo.

Frente al contexto mundial que vivimos, este 8 de marzo, las mujeres comunistas, nos solidarizarnos con las mujeres de Ucrania y Rusia y con toda su población en general, víctima de una guerra impulsada por la OTAN y su gran representante, los EEUU; conflicto que solo beneficia a los grandes capitales que se alimentan de ella: las industrias armamentistas, y de recursos extractivos como el gas.

Alzamos también nuestra voz contra el avance del fascismo, que so pretexto de defender las fronteras, atenta contra la vida de sus propios habitantes en Ucrania, producto de ello más de 14.000 personas han sido asesinadas en Dombás.  El despliegue de grupos fascistas en Europa no es casual, es la respuesta corporativista de defensa a la estructura del sistema capitalista y sus enunciados fundamentales: Propiedad privada, Iglesia y Estado-Nación.

Este 8M reivindicamos las luchas históricas de las mujeres trabajadoras por las que estamos hoy y abanderamos las luchas con la que llegará un nuevo amanecer. Un 8M feminista, de clase, interseccional, internacionalista y combativo.  Unidad y resistencia al neoliberalismo patriarcal.

Partido Comunista Ecuatoriano

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