Palestina una historia de ocupación y resistencia

La historia palestina parece estar marcada por la ocupación hacia el territorio que habita su pueblo, persa, griega, romana, británica y en la actualidad israelí.

Desde el siglo XVI hasta la I Guerra Mundial, el imperio otomano gobernó Palestina. La nación palestina moderna se forjó en el curso de la resistencia contra ese imperio, con una cultura común, un territorio contiguo y una vida económica truncada. Al final de la I Guerra Mundial, en 1918, unos 680,000 palestinos y 56,000 judíos habitaban Palestina, los primeros eran dueños del 97% de las tierras.

Durante la primera guerra, entre 1915 y 1917 se firman una serie de importantes resoluciones a respecto del Oriente Medio: el acuerdo Hussein – MacMahon (1915), el Acuerdo Sykes-Picot (1916) y la Declaración Balfour (1917). En la duplicidad e incompatibilidad entre estas resoluciones está el origen de la tragedia que castiga hasta hoy a esta región del mundo.

Después de la I Guerra Mundial, las potencias imperialistas se repartieron Palestina y los demás territorios del derrotado imperio otomano en medio de una encarnizada competencia por el petróleo.

Los dirigentes sionistas ofrecieron establecer un estado colonizador en el Medio Oriente al servicio de las potencias imperialistas. Cuando los imperialistas ingleses aprobaron ese plan al comienzo del siglo XX, empezó a llegar una ola de colonos sionistas.

Los palestinos realizaron su primera conferencia en 1919 y se opusieron a la Declaración Balfour, pues aspiraban a la creación de un Estado Palestino independiente, tal como los británicos habían prometido a cambio de su apoyo durante la guerra.

En 1920 la Conferencia de San Remo garantizó el mandato británico sobre Palestina. Dos años más tarde el Consejo de la Liga de las Naciones promulgó un mandato que promovía el establecimiento en ese territorio de un Hogar Nacional para el pueblo judío. Durante seis meses los palestinos realizaron huelgas y movilizaciones en protesta por las confiscaciones de tierra y la inmigración ilegal, que tenía por objeto aumentar la escasa población judía y justificar sus aspiraciones territoriales. En 1936, los palestinos se alzaron en armas contra las autoridades británicas y los colonos sionistas. Gran Bretaña aplastó el levantamiento sin piedad y promulgó leyes de emergencia que imponían la pena de muerte a todo palestino que tuviera un arma.

El gobierno inglés publicó un nuevo “Libro Blanco”, que restringía la inmigración judía y ofrecía la independencia de Palestina al cabo de 10 años. La resolución fue rechazada por los sionistas, quienes organizaron milicias y lanzaron una campaña sangrienta contra británicos y palestinos.

Tras la II Guerra Mundial, Estados Unidos surgió como la primera potencia imperialista y reemplazó a Gran Bretaña como “mandamás” en el Medio Oriente.

En noviembre de 1947 una resolución de la ONU, que evidentemente favorecía los intereses norteamericanos y sionistas, dividió a Palestina en dos estados. El 14 de mayo de 1948 los judíos proclamaron el Estado de Israel. Los palestinos, que constituían el 70% del total de la población y tenían el 92% de la tierra, fueron reducidos al 43% del territorio. El resto fue entregado a los judíos, que representaban el 30% de la población y poseían sólo el 8% de la tierra.

Cuando los palestinos y los países árabes rechazaron la división de Palestina, Israel inició una guerra contra los palestinos. El 9 de abril de 1948, un destacamento de la organización «Irgun», invadió la aldea de Deir Yassi, las fuerzas israelíes masacraron a toda la población indefensa, más de100 mujeres y niños entre los asesinados, dejando a algunos de ellos vivos para que en su huida, al dar testimonio de lo sufrido, sirviesen de portavoces que extendiesen el terror e hiciesen huir a los demás palestinos. En enero de 1949, cuando terminó la guerra, casi 800,000 palestinos (los dos tercios de la población) estaban exilados en Líbano, Jordania, Siria, Gaza y Cisjordania, e Israel confiscó el 77% de Palestina.

En 1956 tienen lugar las masacres israelíes contra palestinos de Qalqiliya, Kufr Kassem y Khan Younis. En 1967 estalló la Guerra de los Seis Días: Israel ocupó todo Jerusalén, el Golán sirio, el Sinaí de Egipto y los territorios palestinos de Cisjordania y Gaza. La guerra ocasiona un segundo éxodo de palestinos, de medio millón de personas, en especial hacia Jordania. El 22 de noviembre, la Resolución 242 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas exige que Israel se retire de los territorios que fueron ocupados en esta guerra, sin embargo el gobierno israelí hace caso omiso de la resolución.

Desde 1967 los palestinos de Cisjordania y Gaza han experimentado una cruel ocupación militar, no han tenido derechos básicos y no han podido desarrollar una economía viable.

En 1973 se produce la Tercera Guerra árabe-israelí, guerra de Octubre o del Yom Kippur. Egipto y Siria luchan para recuperar los territorios ocupados por Israel en 1967 y penetran en profundidad en el Sinaí y en el Golán ocupados.

La Asamblea General de las Naciones Unidas reafirma en 1974 el derecho inalienable de los palestinos a la auto-determinación, a la independencia y a la soberanía nacional, así como el derecho a regresar a su tierra. También reconoce a la OLP como representante del pueblo palestino

La intifada (levantamiento) palestina de finales de los años 80 sacudió a Israel y a los imperialistas yanquis. Además de reprimirla con la fuerza de las armas, éstos iniciaron el “proceso de paz”. Un elemento clave de la estrategia estadounidense ha sido “la solución de los dos estados”: que los palestinos reconozcan al estado de Israel (y olviden la lucha) a cambio de un “miniestado” en Cisjordania y Gaza. Hacia finales de los años 80, el líder de la Organización de Liberación Palestina (OLP), Yasir Arafat, básicamente aceptó esa propuesta.

En julio de 1982, en un intento de «resolver definitivamente» el problema palestino, fuerzas israelíes invadieron Líbano. Buscaban destruir la estructura militar de la OLP, capturar el mayor número posible de sus dirigentes, que desarrollaban ataques a lo largo de la frontera norte de Israel, anexar la parte sur del Líbano e instalar en Beirut un gobierno dócil. La masacre ocurrida en los campamentos de refugiados de Sabra y Shatila, llevada a cabo por el Ejército Libanés bajo las órdenes del Ministro de Defensa Israelí, Ariel Sharon, hizo surgir la simpatía internacional para con el sufrimiento del pueblo palestino.

En 1987 comenzó la Intifada (levantamiento popular) en la franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Oriental. La Intifada marcó una nueva etapa en la lucha palestina: por primera vez la población –jóvenes, niños y ancianos– se levantaba contra del ejército de ocupación. Muchos civiles desarmados arrojaban piedras en las luchas callejeras, hecho que causó impacto mundial debido a la utilización, por parte de la ocupación israelí, de armamento pesado para reprimir las protestas. La Intifada duró aproximadamente cinco años y socavó la ya precaria economía de los habitantes de los territorios ocupados.

El 14 de noviembre de 1988, el Consejo Nacional Palestino (parlamento en el exilio), reunido en Argel, proclamó el Estado Palestino Independiente, de acuerdo a la resolución 181 de Naciones Unidas de 1948 que dividía Palestina en dos estados, uno judío y otro árabe palestino. Esto implicaba aceptar al Estado de Israel. Días después, 54 países reconocieron al nuevo Estado.

La agresión de Israel contra los palestinos se redobló con el gobierno de Ariel Sharon en el 2001. En el 2002, Israel empezó a construir una barrera fortificada de 400 millas de largo (con muros de concreto, cercas electrificadas, sensores, alambre de navaja, trincheras y torres de vigilancia) en territorio Cisjordania. Este muro aísla a muchos pueblos palestinos, separa a los agricultores de sus campos y les roba más territorios a los palestinos.

En el 2005, Sharon se “retiró” de Gaza: sacó las tropas y desmanteló los asentamientos y bases militares. En agosto, el ejército israelí concluyó el operativo de retirada de Gaza, que incluyó la evacuación de unos 8.500 colonos, poniendo fin a 38 años de ocupación militar de la zona.

En el 2006 tienen lugar las segundas elecciones democráticas para el Consejo Legislativo Palestino en Cisjordania y la franja de Gaza. Hamas gana las elecciones con 74 de los 132 escaños. Inmediatamente es decretado un bloqueo político y económico internacional contra el gobierno de Hamas. El bloqueo económico, junto con el secuestro por parte de Israel de las tasas e impuestos palestinos llevan a una situación de desastre humanitario en Gaza y a la pobreza generalizada en Cisjordania, ya que el bloqueo internacional deja sin liquidez al estado y lleva a la paralización de las actividades económicas palestinas.

En el 2007 se llega a la formación de un Gobierno Palestino de coalición entre Hamas y Al-Fatah, con un programa común. El bloqueo económico a los palestinos comienza a ser levantado por algunos países europeos, pero Israel y Estados Unidos no reconocen al nuevo Gobierno Palestino y declaran la continuidad del bloqueo.

De esta manera podemos ver cuál ha sido el devenir histórico del pueblo palestino, cómo llevan siglos luchando y resistiendo toda agresión imperial.

 

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