El Partido Comunista Ecuatoriano expresa su absoluto rechazo y condena a la reciente decisión del presidente Daniel Noboa de contratar a la corporación mercenaria Blackwater, conocida mundialmente por su historial de violencia, represión y crímenes de guerra al servicio de los intereses del imperialismo.
Este anuncio representa una alarmante declaración de guerra contra el pueblo ecuatoriano. La presencia de mercenarios internacionales en el país es una manifestación clara de la alianza entre la oligarquía nacional y los aparatos represivos del capital transnacional, cuyo objetivo es mantener su dominio a sangre y fuego.
Blackwater, hoy reconfigurada bajo distintos nombres, ha operado en diversos conflictos alrededor del mundo como un brazo ejecutor del imperialismo. Desde su accionar criminal en Irak en 2004 hasta su participación en Afganistán en 2022, ha sido responsable de innumerables violaciones a los derechos humanos y del fortalecimiento de regímenes represivos. No es casualidad que su intervención se haya dado también en intentos de golpe de Estado en Venezuela y como fuerza asesora del paramilitarismo en la Colombia de Uribe.
La decisión del presidente Noboa de abrir las puertas del país a esta organización de mercenarios no responde a la lucha contra el crimen organizado, sino a la protección de los intereses de la burguesía transnacional y la oligarquía nacional, que ven en la militarización una vía para contener la protesta social y el descontento popular. El narcotráfico y el crimen organizado han crecido bajo la complicidad del propio Estado, que ahora pretende imponer un régimen de terror contra el pueblo ecuatoriano.
Denunciamos que esta medida no tiene como fin la seguridad de los ecuatorianos, sino la consolidación de un estado de guerra contra los sectores populares y organizados, promoviendo el exterminio social bajo el disfraz de la lucha contra el crimen. No podemos permitir que nuestro país se convierta en un campo de operaciones de ejércitos privados al servicio de intereses extranjeros.
Llamamos al pueblo ecuatoriano, a las organizaciones sociales, sindicales, indígenas y populares a mantenerse en pie de lucha contra este atropello a la soberanía nacional y los derechos del pueblo. Rechazamos cualquier intento de militarización y represión, y advertimos que la resistencia popular no cederá ante la imposición de fuerzas mercenarias extranjeras.
¡Fuera Blackwater del Ecuador!
