El pasado 17 de octubre del año en curso, en la Provincia de Chubut, Argentina; fue hallado el cuerpo del joven Santiago Maldonado. El Artesano llevaba, hasta ese entonces, 77 días desaparecido en lo que parecería ser otro caso de desaparición forzosa perpetrada por el Estado Argentino.
Santiago despareció mientras participaba de una protesta encabezada por la comunidad mapuche de Pu Lof; quienes reclamaban la entrega del sus tierras al consorcio multinacional Benetton.
La protesta fue salvajemente reprimida por la Gendarmería Nacional Argentina, dejando como saldo más de 15 heridos de considerable gravedad, y cerca de 10 personas detenidas, entre ellas el joven mochilero.
A raíz de su desaparición varias organizaciones sociales y que velan por los Derechos Humanos en Argentina se movilizaron para exigir la aparición con vida del activista, sin embargo el desenlace no fue el esperado.
Varias demandas han sido interpuestas en contra del Estado Argentino bajo la figura de “desaparición forzada”, así mismo organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas, ONU y la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos CIDH, han emitido recomendaciones e interpuesto medidas cautelares a fin de que el Estado “adopte una estrategia integral y exhaustiva para la búsqueda y localización”.
Episodios como este sin duda son clara muestra del peligro que constituye el avance de la derecha internacional que no abandona las viejas prácticas heredadas desde hacía años atrás por caducos dictadores.
