La comunista María Luisa Gómez de la Torres hubiera cumplido el pasado domingo 28 de mayo 130 años, motivo por el cual la célula de mujeres de Pichincha del Partido Comunista Ecuatoriano que lleva su nombre decidió realizar un evento el miércoles 31 de mayo en la sede del PCE de la ciudad de Quito para recordar su trayectoria política y luchas.
Los expositores del evento fueron la comunicadora, editora y docente en la licenciatura de Filosofía de la PUCE Silvia Vera; la camarada Jéssica Ochoa, responsable de la comisión de mujeres y género del Comité Central del PCE; y Carlos Andrade, Secretario de Campesinos del PCE.
Durante el evento Silvia Vera puso de manifiesto el androcentrismo a lo largo de la historia “Es necesario señalar que los sistemas socioeconómicos y sus correspondientes formas culturales a lo largo de la historia de la humanidad no solo han restado oportunidades a las mujeres sino también mérito, valoración y reconocimiento”. En su exposición Silvia realizó un importante recorrido histórico acerca de la importancia de María Luisa Gómez de la Torre en la historia política ecuatoriana.
Por su lado, Jéssica Ochoa expresó que “La lucha de Luisa Gómez de la Torre dentro de la educación como una forma liberadora para generar conciencia, se fue forjando dentro del Colegio Mejía, en donde fue gestora de la organización sindical dentro de este espacio”. Jéssica también señaló la especial relevancia de María Luisa ya que fue la única mujer que estuvo presente en la Fundación del Partido Comunista en 1926.
El evento contó con la participación de una treintena de personas quienes conocieron a través de las exposiciones el aporte de María Luisa Gómez de la Torre en su vinculación y lucha con los movimientos de mujeres, a través de la construcción de la Alianza Femenina Ecuatoriana y la Unión Revolucionaria de Mujeres del Ecuador (UMRE), donde las mujeres comunistas jugaron un gran papel por su trabajo conjunto con los sectores campesino y de trabajadores, impulsando la creación de un nuevo Código de Trabajo y el reconocimiento remunerativo del trabajo de las mujeres en el campo.





