La organización popular y la izquierda, en el contexto postelectoral ecuatoriano, necesitan levantar cabeza. Las lamentaciones, acusaciones y cualquier tipo de flagelo político o moral —es decir, la postura del derrotismo— no pueden ser la tónica de nuestra actividad práctica inmediata. La derecha oligárquica ha consolidado su posición frente a un progresismo derrotado, mas no acabado. El progresismo entró en una nueva etapa hace varios años: convertirse lentamente en reacción al avance de la izquierda y, por ende, en funcional a la derecha.
Entendido esto, debemos pasar a tomar la iniciativa. En este momento, es crucial cerrar filas y contarnos entre los sectores sociales y políticos comprometidos con detener el avance neoliberal.
Desde el Partido Comunista Ecuatoriano, compartimos con el pueblo nuestra propuesta para avanzar en la lucha política unitaria:
- ¡Defender la Constitución, impedir su asesinato! Rechazar toda Constituyente manipulada. Si avanza, derrotarla en las urnas. Defender derechos e institucionalidad popular.
- ¡Ni un centímetro de soberanía entregada al imperialismo ni la oligarquia! No a las bases militares. No a la subordinación a la agenda imperial.
- ¡El Campo Sacha es del pueblo, no del capital! Impedir su privatización. Defender todos los sectores estratégicos como patrimonio colectivo.
- ¡Los recursos y ganancias para los ecuatorianos y el agua para la vida y no para la minería! Detener la expansión extractivista transnacional, proteger páramos, recargas hídricas y territorios ancestrales.
- ¡Trabajo digno sí, precarización no! Rechazar toda reforma laboral regresiva. Defender derechos conquistados por la clase trabajadora.
- ¡Lo público no se vende, se fortalece! Proteger salud, educación, servicios sociales, empresas públicas. No a privatizaciones ni recortes presupuestarios.
- ¡El dinero del pueblo, bajo control popular! Exigir transparencia total. Cero corrupción, cero contratos amañados.
- ¡El IESS no se toca, se defiende! Proteger su institucionalidad. Jubilación digna y servicios de calidad para todas y todos.
- ¡Educación gratuita, universal y liberadora! Garantizar presupuesto y acceso sin exclusión a la escuela, colegio y el tercer nivel.
- ¡Luchar no es delito, es derecho! Rechazar criminalización, represión y persecución. Defender derechos y libertades con organización.
Esta es nuestra carta abierta al pueblo, sus organizaciones y representantes, para comprometernos en las calles, en las urnas y en las organizaciones sociales, plantando cara a este nuevo escenario que pretende desarticular los pocos elementos de disputa que nos han garantizado mínimos vitales en los últimos años. Sin duda, los intereses imperialistas, junto a la oligarquía agroexportadora, intentarán hacer retroceder al pueblo y sus luchas; pero con unidad clara y sincera, podremos vencer.





