La gira realizada por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, al Ecuador generó – como no era de otra manera- la repulsión y el rechazo de distintos sectores contra un personaje que se encuentra limitando la pluralidad de culto y pensamiento en Turquía, el asecho salvaje a la minoría kurda además de los denunciados nexos con el Estado Islámico que atenta contra Siria, entre otros.
La visita de Erdogan a Ecuador fue en el marco de acuerdos económicos, los cuales no se deben mezclar con la posición responsable en política exterior que ha mantenido nuestro país en contra de las actuaciones turcas referente al conflicto sirio.
Durante los 9 años de Revolución Ciudadana, la política exterior ecuatoriana se ha manejado soberanamente -esperemos que no sea caso excepcional lo sucedido entre la guardia turca y ciudadanos que condenaron la política de Erdogan- sin embargo, creer que el mecanismo de política internacional soberana y de solidaridad es romper relaciones económicas por desenvolvimientos políticos internos de cada país, es algo absurdo. Esto significaría no tener acuerdos con casi ningún país del mundo, peor aún con los mismos EEUU, uno de los principales socios-financieros. Empero, eso no quiere decir priorizar los intereses económicos ante los principios de soberanía, respeto, solidaridad y auto-determinación de los pueblos.
Sin embargo, resulta “admirable” constatar el papel de los sectores de la ultra-izquierda y de oposición al gobierno de Rafael Correa, quienes en absurdos intentos, que iban desde caricaturas, opiniones hasta artículos, ubicaban a Erdogan como símil de Rafael Correa. Todo como parte del desprestigio al Gobierno Nacional.
Esa misma ultra-izquierda que condenó a Rafael Correa por los actos protocolarios y no dirigir su condena a Erdogan por llevar una política internacional de tinte fascista, se ha “olvidado” de dar algún comentario, por más simple que sea, sobre el nuevo embajador gringo que se encuentra en nuestro país.
Todd C. Chapman, el nuevo embajador de Estados Unidos en Ecuador, llegó a Quito a finales del mes de enero de la forma más desapercibida, a pesar que ya se conocía su responsabilidad como embajador desde el 9 de diciembre del año pasado.
Entre sus múltiples facetas, Chapman, según consta en la página web del Departamento de Estado, se desempeñó como asistente ejecutivo de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental. Jefe de Misión Adjunto de la legación Mozambique. Vicecoordinador de Asuntos Económicos en la Embajada en Kabul (Afganistán), donde proporcionó la dirección política y la supervisión de más de $ 4.000 millones en ayuda extranjera. Trabajó como ‘número 2’ en la Embajada de EE.UU. en Brasil, en temas económicos, comerciales y políticos. Estuvo en la Sección Económica de la Embajada de EE.UU. en San José de Costa Rica. Fue Consejero Político, Económico y Comercial en La Paz y tuvo asignaciones en Nigeria y Taiwán.
Sin embargo, en una nota publicada por Telesur sobre: Nuevo embajador US en Ecuador fue “estrella” de escándalo de inteligencia en Mozambique[1] consta que: “En un cable enviado en 2009 por Chapman, entonces encargado de negocios en la Embajada de Estados Unidos en la capital del país africano, Maputo, aparecen los nombres de funcionarios supuestamente vinculados a tráfico de drogas por aceptar sobornos.
Chapman atribuía sus “revelaciones” a una “fuente” que afirmaba haber “visto personalmente” un alto funcionario [que se nombraba en el cable] “recibir sobornos abiertamente.”
Al conocerse el cable de Wikileaks, la “fuente” de Chapman protestó públicamente declarando que tales denuncias nunca habían salido de su boca. “Siento que he sido usado. Esto es la propia agenda de Todd Chapman. Obviamente él imaginó que nunca hubiera leído lo que había escrito”, dijo entonces la fuente a la estatal Agencia de Informação de Mozambique (AIM)”
Además, “llama la atención que no aparece en la biografía de Chapman que obtuvo una Maestría en Inteligencia Estratégica en 2000 en la Universidad Nacional de Inteligencia de Defensa de los EE.UU”.
La información sobre el nuevo embajador gringo parece no molestar a la pseudo-izquierda, quienes han guardado un silencio cómplice con los intereses del imperialismo.
¿Será acaso que estos sectores de oposición esperan una imagen de Correa y Chapman –así como fue con Erdogan- para iniciar su campaña de condena a Rafael Correa por realizar actos protocolarios y no condenar lo que pueda significar el nuevo embajador Chapman?
¿O será que olvidaron a su enemigo principal y su razón de ser y mutaron de anti-imperialistas en simples anti-correistas?
[1] http://www.telesurtv.net/bloggers/Nuevo-embajador-US-en-Ecuador-fue-estrella-de-escandalo-de-inteligencia-en-Mozambique-20151005-0002.html
c. Juan Francisco Torres
Secretario Ideológico PCE
Quito, 10 de febrero del 2016


