103 Años: Nela Martínez: ¡Lucho porque vivo!

“Éramos un puñado de pájaros presos

puestos de repente en libertad a todo espacio!”

c. Carola Henríquez E.

nela

Escribir sobre la Nela no es sencillo, cómo poder resumir en pocas líneas la inmensidad de una mujer, luchadora incansable, soñadora realista, convencida de la importancia y necesidad de la participación de las mujeres en los procesos sociales, históricos y políticos. Convencida de aquello que todavía llamamos el camino hacia una sociedad más justa y equitativa.

Podríamos decir lo que muchos ya sabemos, o tal vez hablar de aquellas otras facetas: como madre, hija, poeta, que nos falta por profundizar.

No, hablar de Nela Martínez no es sencillo, y menos aún iniciar un análisis de los desafíos que hoy encontramos, encaminar nuestra lucha sin olvidar de dónde proviene, sin olvidar que aquellas que lucharon antes que nosotras iniciaron buscando lo más elemental, y que a veces parece que aún no logramos encontrarlo de forma definitiva, la libertad y la equidad.

Pero ¿cómo?, ¿cómo empezamos este andar?. Nela lo planteaba a través de la voluntad propia: “En todos los momentos de mi vida era importante para mí autoafirmarme, hacer lo que realmente deseaba, y siempre encontraba la forma de llevarlo a la práctica, a pesar de lo que pudiera costarme. La realidad nos va dictando el camino, aunque no siempre haya desde el comienzo un claro propósito y hasta, a veces, puedan cambiarnos totalmente las circunstancias. Así, desde el primer gesto, desde la primera salida de mi casa, sabía lo que deseaba hacer”.

Viajar por la vida de Nela Martínez es alentador, pero nos hace pensar cuánto adeudamos aún, no sólo como mujeres, sino como organización; plantearnos una plataforma de lucha que trabaje el tema de género y de la mujer no es un desafío menor, pero es un desafió necesario, imprescindible. Así como el rol que como mujeres debemos desarrollar para el cumplimiento de esta plataforma, en el tiempo de Nela ser mujer militante, dirigente, diputada era el resultado de un arduo esfuerzo, claro, ahora ver mujeres ocupando puestos de dirigencia y de  autoridad no es gran sorpresa, pero el propósito no ha cambiado, y el cambio debe darse en todos los niveles, aspectos y espacios. “Las supervivencias patriarcales y feudales, los prejuicios burgueses, el egoísmo de las clases dominantes, se extiende a todos los sectores, aun a aquellos que por su carácter revolucionario deberían ser los primeros en limpiar las telarañas de sus mentes”.

La década del 30 representó para Nela una consolidación en el trabajo político, la cercanía con mujeres, algunas de ellas dirigentes, como Virginia Larenas, Raquel Verdesoto, Luisa Gómez de la Torre, Laura Almeida, Dolores Cacuango fueron cimentando las bases de un movimiento conformado por mujeres de diversos estratos e ideologías, reunidas bajo ideales de género.

NELA

La Asociación Femenina Ecuatoriana se creó en 1938, cumplió un importante papel en la formación política de las mujeres, además de inspirar grandes cambios en el código de trabajo en aquel entonces, “se impulsó la participación femenina en las acciones políticas y en la militancia partidista, reconociendo igualdad en acción revolucionaria, en el Partido Comunista , militantes distinguidas accedieron a posiciones de dirección locales, y nacionales tanto en el partido como en organizaciones que tenían influencia”.

“AFE fue un hito en el largo camino que hemos recorrido las mujeres para establecer nuestra ansiada identidad, porque las conquistas se construyen de a poco. Sólo después de mucho caminar se cosechan frutos. Aunque haya una tendencia a creer que únicamente cuenta lo actual, que en el presente hemos inventado todo, eso no es realista y, menos aún, respetuoso con la historia”.

No podemos olvidar el imprescindible rol que Nela Martínez tuvo en la revolución La Gloriosa de mayo de 1944, siendo artífice de la dirección de la toma del Palacio de Gobierno y convirtiéndose en la primera mujer en la historia del país que ocupaba el Ministerio de Gobierno. “Había una efervescencia maravillosa de un pueblo desesperado por hacer una revolución. Cuando lo tomamos era de madrugada. En el despacho encontramos las listas de los perseguidos y presos, y nos pusimos a dar órdenes de libertad”. Si bien este cargo duró sólo tres días, se convirtió en un referente que llevará a reconocimientos posteriores, en diciembre de 1945, Nela se convirtió en la primera mujer en llegar al Congreso Nacional. “No tiene mi presencia aquí el carácter agrio, intransigente y fiero de una lucha feminista de viejo tipo. Nada más lejos de la conciencia y el corazón de las mujeres ecuatorianas de esta época. Asumimos nuestra responsabilidad como seres conscientes integrantes de una sociedad de la que formamos parte, y así llegamos a decir nuestra opinión y a colaborar en la edición de la patria democrática de verdad en la que aspiramos que vivan nuestros hijos.”

El trabajo que continuó desarrollando constituye, sin duda, parte importante de la lucha de las mujeres no sólo en el Ecuador, la generación de conciencia sobre la importancia de la participación de la mujer en la sociedad se extendió a otras latitudes abriéndose camino hacia la solidaridad internacional, Colombia, Venezuela, Bolivia y Perú fueron algunos países donde la lucha por los derechos civiles de la mujeres tuvieron eco. Entendiendo los momentos históricos que transitaba Nela, el trabajo se realizaba en pos del derecho a ocho horas diarias de trabajo, por el descanso del sábado, entre otras reivindicaciones, así como por la paz.

En 1954 Nela participó del origen de la Federación Democrática de Mujeres, con una estructura que contemplaba núcleos barriales, estudiantiles, barriales, profesionales, articulación con asociaciones y sindicatos, a nivel provincial, nacional y al movimiento internacional, tanto latinoamericano como europeo.

En el ´56 la AFE participó del Primer Encuentro de Mujeres Trabajadoras, incluyendo así en su lucha dos importantísimas categorías: género y clase.

nela (1)

La AFE fue la primera organización de mujeres que lucharon bajo criterios políticos, promoviendo la participación real en hechos históricos, por otro lado, demostró en tiempos donde el  cuestionamiento hacia la capacidades dirigenciales y políticas de las mujeres todavía estaba en duda, las reales capacidades de éstas, en términos de la propia Nela valentía, decisión, fortaleza, posibilidades desconocidas. Rescató y recuperó, además, la memoria histórica de sus antecesoras, “luchadoras adelantadas a su época que abrieron horizontes hacia el futuro”. Con el tiempo la AFE sería destruida y daría paso en 1962 a la Unión Revolucionaria de Mujeres del Ecuador, URME, una nueva plataforma de lucha desde conde Nela continuó con la organización de mujeres que respondían políticamente de acuerdo a los requerimientos históricos del país.

Sostengo nuevamente, hablar de Nela no es fácil, nos falta tiempo y espacio, para rescatar su incansable labor, para relatar desde sus propias palabras el largo camino que recorrió en la lucha por los derechos de las mujeres y de la sociedad misma, por un movimiento femenino, que gracias a mujeres como ella hoy todavía puede estar presente, pero con un reto gigante, el de retomar la fuerza necesaria para tener una real incidencia en las políticas del país, para tener verdaderos resultados frente a los procesos políticos y la construcción de políticas públicas. Es un gran reto, pero que cuenta con un trasfondo histórico que no nos puede detener, sino que nos invita a trascender. Fortalecer nuestra consciencia revolucionaria, ser parte de este proyecto que venimos construyendo y en el que debemos creer, sin perder, nuestra visión crítica, fortalecer este nuevo espacio de la Asociación de Mujeres Nela Martínez, asumiendo con compromiso los nuevos desafíos que día a día surgirán. Para finalizar, tal vez una de las frases que más hemos conocido de Nela, pero que sin duda tienen y deben seguir teniendo gran resonancia entre todos y todas nosotras. “No éramos muchos los militantes en el Partido Comunista. Era un puñado de gente muy activa, muy capaz, muy dinámica, que estaba con los obreros, los trabajadores. La militancia era gente de verdad, dispuesta a sacrificarse para cambiar el estado de la sociedad.”

 

Secretaría de Mujeres y Género

Partido Comunista Ecuatoriano

 

Bibliografía:

– Nela Martínez Espinosa (2006) Yo siempre he sido Nela Martínez Espinosa. Una autobiografía hablada. Quito: CONAMU-UNIFEM

Instagram Facebook Twitter
Scroll to Top