La siniestra sombra de la restauración conservadora en Brasil.

Maestros, estudiantes, trabajadores y servidores públicos se movilizan en Brasil en rechazo a los recortes salariales del 30% y a la suspensión de obras sociales, así como al alza de pasajes, medidas antipopulares que el gobierno ilegitimo de Temer trata de imponer en su país, están son las consecuencias del golpe de estado fraguado desde el congreso que depuso al gobierno de Dilma Rousseff, electo democráticamente.

Muchas de las conquistas sociales alcanzadas durante los gobiernos del Partido de los Trabajadores tanto durante el periodo ejercido por Lula y luego con el de Dilma, están siendo anulados, en función de la orientación neoliberal y derechista del gobierno de facto instalado por una oposición que representa los intereses de las clases oligárquicas y dominantes de su país.

Es así que podemos ver que los planes orquestados por el imperialismo norteamericano para detener los procesos revolucionarios en América Latina ya no necesitan de cruentas dictaduras militares, hoy los golpes de estado que impulsan la restauración conservadora en nuestro continente se gestan desde otras instancias de la sociedad, para simular que son cambios democráticos, nada tan alejado de la verdad, puesto que estos cambios se dan en función de compra de conciencias y corruptas manipulaciones mediáticas, causando miseria, opresión y represión en los sectores más vulnerables de la sociedad brasileña.

Aquí cabe citar una reflexión de Lenin de que “las masas no aprenderán jamás a sostener la lucha política, mientras no ayudemos a formarse a los dirigentes de esta lucha, tanto de entre los obreros como de entre los intelectuales”, en esta formación desde luego debe prevalecer el pensamiento Comunista para la defensa de los gobiernos revolucionarios, con una activa oposición hacia los sectores dominantes que tratan de mantener sus privilegios de clase, vendiendo su patria a los intereses del capitalismo internacional.

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