El imperialismo es un asunto de dominación política, militar, de explotación económica, cultural y territorial que atenta a la soberanía de los pueblos y sorprendentemente Bad Bunny, en su último álbum “Debí tirar más fotos” (DTMF) describe y evidencia la injerencia y control del imperialismo estadounidense en Puerto Rico. El cantante a través de sus letras hace un homenaje a su pueblo y su crítica retrata claramente al “imperialismo yankee” y su acción que violenta los derechos de los pueblos en américa latina y por supuesto el Ecuador.
Según V.I. Lenin, el imperialismo después del reparto territorial del mundo entre las potencias capitalistas obliga a las grandes potencias a conquistar o someter a otros países para obtener su hegemonía en el mundo. No se trata sólo de invadir territorios, sino de someter a los pueblos y sus gobiernos tal como se evidencia en Palestina, Cuba y Venezuela.
En el Ecuador se ha pretende imponer la narrativa del “combate al narcotráfico” y en ese contexto se ha dado sentido retórico a la “lucha antidrogas” que realmente es un pretexto para intervenir en la política de los países latinoamericanos, como ocurrió en Colombia. En realidad, Estados Unidos nunca estará dispuesto a terminar un negocio que le resulta rentable tanto económica como políticamente.
Actualmente la intervención estadounidense en Ecuador se hace evidente a través del intento de modificar la Constitución para permitir la instalación de bases militares en el país y la legitimación de la militarización en las calles. Recordemos que Daniel Noboa entregó las Islas Galápagos a Estados Unidos para que sean usadas como base militar. Esta decisión es supremamente grave y nos lleva a recordar las letras de Bad Bunny, “Quieren quitarme el río y también la playa. Quieren el barrio mío y que abuelita se vaya. No, no suelten la bandera”.
El imperialismo obliga a ceder territorios y recursos estratégicos bajo la excusa de la “seguridad” o la “cooperación”. Al igual que en Puerto Rico, Estados Unidos ha impuesto su control colonizador sobre Ecuador, y hoy enfrentamos una amenaza común: la pérdida de nuestra soberanía.
La batalla contra el imperialismo es la lucha por la libertad y la justicia. Como jóvenes, debemos mantenernos firmes en la lucha por nuestra soberanía, retomar firmemente una postura antiimperialista, defendiendo nuestras tierras, nuestros derechos y nuestra identidad.
La verdadera lucha por la seguridad debe hacerse contra quienes lucran de verdad del tráfico internacional de las drogas y viven felices a costa de la pobreza y la desigualdad social del capitalismo, es decir nuestra lucha debe ser contra el capitalismo y su máxima expresión, el imperialismo.
En palabras de Benito, que sepan los yanquis que: “De aquí nadie me saca, de aquí yo no me muevo, dile que esta es mi casa donde nació mi abuelo, (…) Aquí mataron gente por sacar la bandera”.
¡Venceremos!




