Juan Francisco Torres
Secretario Ideológico
Partido Comunista Ecuatoriano
El pasado 25 de noviembre se hizo de conocimiento público que para el día 30 de noviembre estaban convocados los representantes del Consejo Nacional de Salarios (CONADES) a una sesión de “revisión de salarios y tarifas de las comisiones sectoriales”.
Ese mismo día -25 de noviembre- Édgar Sarango, presidente de la Confederación de Trabajadores del Ecuador (CTE), expresidente y miembro del Frente Unido de Trabajadores (FUT) y delegado de los trabajadores ante el CONADES, confirmó la información.
La importancia de la reunión del CONADES, como ente tripartito para fijación salarial, tuvo por objetivo tratar los ajustes salariales de 21 comisiones sectoriales. Además, que esta reunión sería la última en que el CONADES se encargaría del proceso de definición salarial.
A pesar de contar con una importancia trascendental en beneficio de los trabajadores para la fijación salarial, Edgar Sarango – delegado de los trabajadores ante el CONADES- no participó en la reunión.
Sin embargo, de 21 comisiones sectoriales, 13 fueron aprobadas por unanimidad con el incremento del 3,26% mientras que las 8 comisiones que no fueron resueltas serán tratadas por el Ministerio de Trabajo hasta el 31 de diciembre.
Frente a este escenario nos hacemos la siguiente pregunta ¿A qué juega Edgar Sarango y la oposición sindical aglutinada en el FUT?
La política irresponsable de Sarango – quien en manifestaciones ha aparecido con gigantografías del banquero Guillermo Lasso- y del FUT no es nueva, ya en diálogos como el Código de trabajo, políticas laborales, seguridad social, ajuste salarial, etc.; esta supuesta organización y representación sindical ha brillado por la ausencia.
Al parecer, se preparan para decir que esa alza no responde a las demandas de los trabajadores. Un juego de política de victimización y oposición por oposición.
La no participación de Sarango y de los “representantes” de los trabajadores, en la reunión de CONADES, a más de ser una traición al movimiento obrero, son maniobras de la pseudo-izquierda -que se han apropiado de organizaciones histórica como la CTE- para mantener y legitimar una situación de confrontación con el Gobierno que solo ayuda al imperialismo y a la oligarquía.
01 diciembre del 2015


